El corchado de la fibra de sansevieria, también conocida como lengua de vaca, es producto del conocimiento generacional y de un trabajo minucioso por parte de artesanos y artesanas en la Península de Yucatán, quienes han trabajado con esta fibra desde hace más de 100 años manteniendo viva esta técnica artesanal que nos ofrece la posibilidad de integrarlo de forma sostenible en diferentes creaciones de diseño contemporáneo. El Taller Corchadores de Sansevieria, en Tanckuché, Campeche, mantiene viva esta tradición. Conformado hombres, sobresalen sus prácticas sustentables con el medio ambiente, pues siembran la sansevieria por cuadrantes para permitirle a la tierra que regenere sus nutrientes de forma natural. Todo su trabajo, desde la siembra hasta el peinado y corchado, se hace de forma manual, respetuosa y con técnicas ancestrales mayas. Los colores en que puedes adquirirla surgen de tintes naturales que se extraen de diferentes elementos naturales como el añil, un arbusto que produce variedades de color en una escala de azules; la mora, un árbol que produce variedades de color en una escala de amarillo o marrón muy claro; la riñonina, una planta que produce variedades de color en una escala de grises y morado; el palo de tinte, corteza de árbol que produce variedades de color en una escala de marrón oscuro y la sanseviería cruda, que es su colo natural sin tratar. Al igual que el henequén, la fibra de sansevieria es una alternativa sustentable y resistente en comparación con las fibras sintéticas, y como materia prima puedes adquirirla corchada en presentación de rollos. El corchado resulta de torcer dos fibras de sansevieria peinada una sobre otra para crear los cordones. La sansevieria es un producto muy versátil con el que se pueden crear piezas como luminarias, aretes, collares, hamacas y objetos de decoración, entre otros, pero se puede usar para muchos otros diseños y piezas utilitarias, de decoración, etc.
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