El tejido de jipijapa, una planta nativa de las zonas tropicales del continente Americano, comienza a aparecer en Campeche alrededor del año 1800. Los artesanos recogen el jipi para preparar sus fibras hasta obtener diferentes grosores. Esta fibra teje en un ambiente húmedo y el proceso depende de la finura del tejido que puede tardar desde una semana hasta un mes.